Diseño Spam
La tarea de muchos diseñadores gráficos profesionales en muchos casos queda desvirtuada por el trabajo de algunos nuevos trabajadores no cualificados de la imagen, que tratan de vender sus composiciones abusando de un exceso de efectos phoshoperos. Mucha gente piensa que por tener conocimientos de programas como Illustrator o Photoshop, ya pueden compartir profesión con diseñadores altamente cualificados, que han recibido una formación y tienen un criterio no impuesto. La creatividad no está ligada con el uso de un programa informático.
Un usuario de photoshop, por muchas horas que le dedique, no se convierte en un diseñador gráfico.
El diseñador profesional sabe, antes de empezar un encargo, que programas, imágenes, tipografías y soportes va a utilizar. Tener una idea muy clara antes de accionar el botón de arranque del ordenador es crucial para obtener unos resultados factibles a la par que atractivos visualmente. El uso del esbozo para desarrollar una idea se convierte en prioridad para todo aquel que siente verdadera pasión por el diseño.
El ‘photoshopero’, deforma y desvirtúa en muchos casos la figura del diseñador gráfico con composiciones que más bien se asemejan a un batiburrillo de pastillas de color y tipografías modificadas, con colores estridentes e imágenes pixeladas en baja resolución, confundiendo resolución de pantalla con tamaño de impresión.
En definitiva, siempre sale a cuenta contratar a un buen diseñador gráfico.